Tras protestar por la escasa duración de
la batería, un reciente estudio de la llamada "Universidad de la
Batería" desvela que la estamos cargando mal: lo ideal es no esperar a que
llegue al 100% y enchufarla en intervalos cortos de tiempo.
El problema de los usuarios sigue siendo el mismo años
después: el móvil es inteligente, pero las fuerzas no le acompañan. La duración
de las baterías sigue dejando mucho que desear y, aunque el tamaño
de la pantalla nos permite soñar con un futuro mejor, cargarla
una vez cada varios días sigue siendo a
día de hoy una utopía.
No obstante, la forma en que llenamos de combustible
nuestros ‘smartphones’ tampoco ayuda. Alrededor de ellas hay muchas leyendas
urbanas pero, por suerte, la Universidad
de la Batería (sí, existe) arroja algo de luz sobre cómo debemos
tratar este componente esencial de nuestros móviles.
Este grupo de investigación de la compañía Cadex deja claras, para empezar, dos
cosas: ni es malo cargar el móvil en pequeños intervalos, ni es necesario
esperar a que el móvil esté a punto de apagarse para enchufarlo.
Según afirman, estos componentes también sufren estrés
y, al igual que nos sucede a los seres humanos, demasiado estrés podría llegar
a acortar su esperanza de vida.
De esta forma, la actividad prolongada puede terminar
por hacer que la batería empiece a dar síntomas de que algo no marcha bien y se
agote antes de tiempo. Para intentar sacarle todo el partido posible, lo mejor
es cambiar algunos hábitos a la hora de cargarla.
Para empezar, lo mejor será que no vuelvas a dejar
enchufado el móvil cuando la batería llegue al 100% de su capacidad. A partir
de ese instante, se irá cargando en pequeñas oleadas para mantener ese
porcentaje mientras permanece encendido, lo que generará esa llamada situación
de estrés que dañará, a la larga, el funcionamiento químico de la batería de
ion-litio.
De hecho, el estudio
llevado a cabo por la Universidad de la Batería establece un
símil con el que resulta realmente sencillo (más allá de explicaciones
científicas) comprender qué hay que hacer: “Cuando esté completamente cargada, retírala.
Es como la relajación de los músculos después de hacer ejercicio”, explican.
No solo se recomienda no dejar el móvil enchufado
cuando su batería alcanza el 100%, sino que también apuntan a que lo ideal
sería que el móvil no llegara nunca hasta ese porcentaje. El motivo es, una vez
más, el estrés. Una alta tensión provocará estrés y mermará la vida de la
batería a largo plazo.
Este consejo parece ir contra el sentido común: si no
alcanza nunca el 100%, lo más probable es que haya que cargar el móvil varias
veces al día y eso, en principio, sería lo que todo usuario quiere evitar.
Sin embargo, es lo mejor para el teléfono, al que le
vienen mejor pequeñas sesiones de carga. En concreto, según el estudio, lo
idóneo sería cargarlo cada vez que pierde un 10% de batería. Obviamente, esto
es poco práctico, pero aun así sigue siendo mejor hacer cargas cortas que una
larga que llegue a colmar de energía (y dañar) la batería.
A partir de aquí, solo será necesario tener en cuenta
que lo mejor es mimar las tripas de nuestro móvil para que
dure algo más de tiempo. Al menos, mientras descubren la forma de cargarlo solo
una vez cada varios días, como antaño.
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