martes, 25 de abril de 2017

Esta oruga puede comerse el plástico contaminante de una bolsa

 
La capacidad de biodegradar el polietileno, uno de los plásticos más resistentes y contaminante, es lo que posee esta especie de oruga que se usa normalmente para cebo. El polietileno se utiliza en gran medida en los envases, y representa el 40% de la demanda total de productos de plástico en Europa.
 
En la naturaleza, estos gusanos (gusano de cera, la larva del insecto común 'Galleria mellonella' o polilla mayor de la cera) viven como parásitos en las colonias de abejas.
 

Polietileno

El hallazgo de esta capacidad ha sido completamente causal, pues los gusanos agujerearon una bolsa de plástico donde Federica Bertocchini, una apicultora aficionada del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (CSIC), los guardaba temporalmente.
En colaboración con Paolo Bombelli y Christopher Howe, de la Universidad de Departamento de Bioquímica de Cambridge, llevaron a cabo un experimento para calcular cuánto plástico podrían biodegradar.
 
Usando una simple bolsa de plástico de supermercado, la expusieron a 100 de estas orugas. Los agujeros comenzaron a aparecer después de 40 minutos, y tras 12 horas se produjo una reducción de la masa de plástico de 92 mg de la bolsa.
Según explica el investigador Paolo Bombelli, primer autor del estudio publicado en la revista Current Biology:
 
 
Si una sola enzima es responsable de este proceso químico, su reproducción a gran escala utilizando métodos biotecnológicos debe ser alcanzable. Este descubrimiento podría ser una herramienta importante para ayudar a deshacerse de los residuos de plástico de polietileno acumulado en vertederos y los océanos.
 
Este descubrimiento podría ser utilizado para idear una solución biotecnológica a escala industrial para la gestión de desechos de polietileno, según los investigadores.
 

 

Rusia presenta su primer robot espacial parecido a Terminator

Todavía no ha llegado el día del juicio final, ni el sistema informático Skynet es consciente aún de su propia existencia y pretende acabar con la vida humana sobre la Tierra. Sin embargo, el primer paso hacia Terminator lo acaba de dar Rusia. Se trata de un androide que parece hecho a imagen y semejanza de Arnold Schwarzenegger. Mide casi dos metros y pesa alrededor de 115 kilos.



El nombre de esta máquina -que, en principio, no tiene la misión de matar, pero que puede disparar pistolas automáticas con ambas manos- es Fedor, las iniciales del proyecto destinado a fabricar un robot que se ha ideado para su uso en misiones en el espacio, como el sustituto o ayudante perfecto para el hombre en un medio hostil. Los científicos lo han programado para que ni el hambre, ni la sed, ni las dudas inherentes al ser humano le hagan fallar en una misión de cientos de miles de millones de euros.

Según explicó el viceprimer ministro ruso, Dmitry Rogozin, Fedor es el astronauta ideal, ya que "funciona sin un traje espacial, puede vivir no sólo en un vehículo, sino también fuera de él" y será un tripulante necesario "tanto en las misiones en el espacio como en otros planetas", donde prestará su ayuda al hombre.

El proyecto nació en 2014 como una iniciativa para crear un androide que participara en misiones arriesgadas de rescate. Sin embargo, sus habilidades han ido en aumento. Se mueve como una persona, es capaz de coger todo tipo de instrumentos, puede conducir un coche y, además de ofrecer información en directo a la persona con la que trabaja, también puede tomar decisiones sencillas. Aquí es donde Fedor ha pasado de ser un simple androide a ocupar su propio espacio en los informativos. Para afinar la capacidad de razonamiento y de esa toma decisiones de la CPU -unidad central de proceso, por sus siglas en inglés-, el robot ha sido entrenado disparando armas cortas.


Hace unos días los técnicos rusos realizaron una demostración en un campo de tiro. Y la puntería de Fedor no es nada mala con ninguna de las dos manos. Pero los primeros recelos han llevado a que el viceprimer ministro ruso tuviera que matizar en Twitter que no se trata de un Terminator. "Fedor es una inteligencia artificial de gran importancia", afirmó.

De momento, Rusia ultima el aprendizaje de este androide antes de subirlo a una nave Soyuz rumbo a la Estación Espacial Internacional. Se prevé que el bautismo espacial de Fedor tenga lugar en 2021. Sin embargo, el Gobierno de Vladímir Putin tiene puestos los ojos en la Luna. Y es allí donde Fedor y sus futuros hermanos tendrán que trabajar duro. Moscú pretende levantar una base en el satélite terrestre, un centro que sería utilizado para la preparación y reabastecimiento de los futuros viajes a Marte.

Así vuela el primer aerocoche eléctrico


Los coches futuristas que hemos visto en multitud de películas sobrevolando las ciudades podrían estar mucho más cerca de lo que pensamos. En Alemania han probado la que ya es una de las promesas más esperanzadoras en el sector: Lilium, el taxi volador.

La Universidad Técnica de Munich, con la inversión de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la compañía de capital riesgo Atómico, ha logrado hacer despegar y aterrizar el que hasta la fecha es el coche volador con mayor autonomía, unos 300 kilómetros.

Este nuevo vehículo del aire se impulsa gracias a 36 turbinas ubicadas en sus dos alas, que dan la energía suficiente para mover los 600 kilos que pesa. Se impulsa de forma totalmente eléctrica, y puede alcanzar hasta los 300 kilómetros por hora. Y viene con extra de seguridad: en caso de fallo energético se desplegaría una paracaídas de seguridad para asegurar al menos un aterrizaje de emergencia no demasiado brusco.
www.youtube.com/embed/ohig71bwRUE

Una de sus principales características es que es capaz de aterrizar y despegar de manera vertical, al igual que lo hace un helicóptero, por lo que sería posible verlo en las azoteas de los edificios e ir sobrevolando por encima del tráfico de las ciudades. De ciencia ficción, ¿verdad?

Al estar concebido como un taxi, para hacer uso de
Lilium en el futuro habría que solicitarlo mediante una aplicación móvil, del mismo modo que funcionan otros servicios como Uber o Cabify. Eso sí, de momento sólo dispone de dos plazas, aunque se estima que tenga las cinco habituales cuando se lance al mercado el año que viene.

martes, 11 de abril de 2017

¿Tienes hijos? Quizá ello te haga vivir más tiempo

Un estudio llevado a cabo por científicos del Instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia) sugiere que tener hijos, además de cambiarte la vida, puede hacer que se te alargue ésta, es decir, que seas más longevo.

El estudio es meramente estadístico, así que el vínculo causa-efecto es especulativo, pero merece la pena echar un vistazo a esta correlación. 


Hijos y longevidad

Publicado esta semana en el Journal of Epidemiology & Community Healt, en este estudio el equipo ha controlado la esperanza de vida en hombres (704.481) y mujeres (725.290) de 60 años en adelante, nacidos entre 1911 y 1925, que viviesen en Suecia.

Los resultados apuntan que, a partir de los 60 años, cuando la salud y la capacidad para valerse por sí mismos comienzan a descender, la esperanza de vida puede ser de dos años más respecto a los que no han sido padres.

Sobre el vínculo causa efecto, puede deberse al efecto protector que los hijos crean en torno a sus padres conforme se van haciendo mayores. Debido al cual son personas que reciben más cuidados físicos y emocionales. Otro factor también puede ser el hecho de que las personas con hijos tienden a cuidarse más y a seguir hábitos más saludables durante el período de la vida en el que los están educando.

'Síndrome Visual Informático’: así es el mal por el que el 70% de los internautas está perdiendo visión

En relativamente poco tiempo hemos dejado de movernos en entornos donde teníamos una visión fijada al horizonte para pasar a enfocar nuestros ojos en unos gadgets que tenemos a pocos centímetros. Y eso tiene consecuencias.

Explican los expertos en optometría que nuestros ojos estaban preparados evolutivamente para tener una visión al aire libre y con mucha luz natural y que, hasta hace dos siglos, la mayoría de trabajadores pasaban sus jornadas laborales en espacios abiertos –mayoritariamente agrícolas- y fijando la vista más allá del horizonte.

Pero la llegada de la Revolución Industrial durante la primera mitad del siglo XIX metió a un gran número de personas a trabajar en el interior de fábricas, las cuales carecían de buena iluminación. Por ese motivo los ojos tuvieron que empezar a acostumbrarse a pasar largas jornadas de trabajo con mucha menos luz solar y más artificial, pero sobre todo a fijar la vista en máquinas, pequeñas piezas y objetos que se encontraban a una distancia relativamente cercana.


Bien entrados en el siglo XX llegó un inventó que se instaló en todos los hogares: el televisor, por lo que progresivamente cada vez eran más los niños que en lugar de pasar sus horas de ocio jugando en la calle –y enfocando su vista a elementos lejanos- comenzaron a pasarlas frente a este aparato.

La natural evolución tecnológica dio un paso de gigante y en poquísimas décadas nos hemos encontrado rodeados de todo tipo de pantallas a través de las cuales transcurren nuestras horas de jornada laboral, estudio y ocio: ordenadores, tabletas y móviles frente a los que, según sea el caso, cualquier persona puede llegar a estar la mayor parte de su tiempo.

Así, hoy en día las personas menores de 30 años pasan una media de diez horas diarias frente a las pantallas de sus gadgets y por tal motivo se calcula que el 70% de los internautas, o personas que pasen regularmente su jornada frente a un monitor de ordenador o consultando cualquier otro dispositivo con pantalla, padezcan el conocido como ‘
Síndrome Visual Informático’ (SVI) por el cual su calidad de visión y salud óptica se ha visto disminuida considerablemente.

Los aquejados del SVI pueden sufrir desde la fatiga visual, a la sequedad ocular (o todo lo contrario, lagrimeo), visión borrosa o doble y picor.

Cada vez son más los oftalmólogos que advierten del deterioro en nuestra calidad visual, dando una serie de
recomendaciones con las que evitar el SVI o, al menos, que éste no vaya a más en caso de padecerlo. Uno de ellos es, por ejemplo, apartar la vista de las pantallas cada veinte minutos durante unos treinta segundos aproximadamente y enfocar nuestra mirada hacia el horizonte –mirar por la ventana o al punto más alejado de la estancia en la que nos encontremos-.

Otro de los consejos es que procuremos parpadear más a menudo, debido a que cuando centramos la vista en la pantalla solemos disminuir el número de veces de parpadeo a la mitad.


También destacan que el cada vez mayor uso de pequeños aparatos –como es el caso del móvil-, además de provocar el mencionado Síndrome Visual Informático, está haciendo que haya aumentado progresivamente el número de personas que necesitan usar gafas, así como las que
en un futuro cercano padecerán miopía.

Cabe destacar la errónea idea que se tiene sobre el hecho de que leer largo tiempo directamente de una pantalla puede provocar daños debido a la falta de luz. Esto es una
creencia que viene desde hace muchos años y en los que antes de la llegada de los móviles, tablets y ordenadores, las madres de aquellos que ya tienen cierta edad les advertían que se quedarían ciegos si leían con poca luz o miraban la televisión a oscuras.

Nuestras pupilas están preparadas para dilatarse cuando estamos en un lugar con poca luz, por lo que, tras un rato casi a oscuras nuestra visión se adecua y podemos ver casi perfectamente.

Evidentemente siempre será mejor si se lee en un entorno más iluminado –y no bajo la tenue luz de una linterna, como hemos hecho casi todos durante nuestra infancia-, pero el hacerlo de una pantalla no debería preocuparnos, ya que la misma está iluminada e incluso nosotros mismos podemos subir o bajar la intensidad de ésta para adecuarla y evitarnos fatiga visual.

Leer un libro o fijar la vista a un gadget con poca luz no nos hará
perder la vista, pero sí ayudará a que nuestros ojos se cansen un poco, por lo que se debe descartar como causa del Síndrome Visual Informático lo relacionado con la iluminación de los aparatos. Eso sí, hay que tener muy en cuenta la distancia a la que los utilizamos.

Un estudio abre una vía para desarrollar una vacuna que evitaría ser celíaco

Un equipo internacional de investigadores ha mostrado que la infección de un tipo de virus común puede ser uno de los desencadenantes de la celiaquía, lo que abre una posibilidad para desarrollar una vacuna en el futuro.

Un estudio publicado en la revista 'Science' demuestra que cierto tipo de virus comunes pueden inducir al sistema inmunitario a reaccionar de forma exagerada ante el gluten, lo que terminaría por desencadenar la enfermedad celíaca. Este descubrimiento abre una nueva vía para la lucha contra las enfermedades autoinmunes y las sensibilidades alimentarias a través del control de infecciones virales comunes que hasta ahora se consideraban irrelevantes.

Durante los últimos años se ha popularizado la idea de que los alimentos que contienen gluten pueden sentarnos mal y abundan las dietas y los productos libres de este compuesto. Sin embargo, esta afirmación
carece de base científica, ya que el gluten no es perjudicial salvo en el caso poco común de que tengamos la enfermedad celíaca, conocida como celiaquía.

Esta enfermedad, que afecta aproximadamente al 1% de la población, es debida a un proceso autoinmune en el que el cuerpo produce una respuesta inmunitaria anormal ante la presencia del gluten. De esta forma, cuando un celíaco ingiere algún alimento con este compuesto su cuerpo comienza a generar anticuerpos que pueden atacar cualquier tejido, especialmente el intestino delgado.

Aunque se sabe que hay individuos que tienen predisposición genética a ser intolerantes al gluten, realmente sólo entre un 3% y un 4% de los individuos genéticamente predispuestos que ingieren gluten terminarán desarrollando la enfermedad, aunque se desconocen las causas.

Uno de los mecanismos que se ha propuesto para explicar esta reacción autoinumne es que sea algún tipo de infección viral la que la inicie, pero hasta ahora apenas había pruebas experimentales que confirmasen esta conexión.

En este sentido,
este nuevo estudio destaca que efectivamente existe dicha conexión. Según los investigadores, algunos virus pueden romper esta tolerancia, que es necesaria para prevenir que el cuerpo responda de forma agresiva ante aquellos compuestos inocuos que ingerimos con los alimentos.

La culpa, de los reovirus

El estudio se ha centrado en particular en los reovirus, una familia de virus que pueden afectar al sistema gastrointestinal y que infectan con frecuencia a los seres humanos, aunque por lo general la infección no causa ningún tipo de síntoma.

Usando dos cepas diferentes de reovirus, los investigadores mostraron cómo las diferencias genéticas entre los virus pueden cambiar la forma en la que éstos interactúan con el sistema inmunológico en ratones.

Además, el estudio también encontró que los pacientes con celiaquía tenían niveles mucho más altos de anticuerpos contra reovirus que aquellos sin la enfermedad, y que también tenían una mayor predisposición genética a la intolerancia al gluten.
Con todos estos datos, el estudio sugiere que la infección provocada por un reovirus podría ser “un evento clave de inicio para el desarrollo de la enfermedad”, ya que los niños habitualmente comienzan a alimentarse con papillas con gluten antes de cumplir un año de edad, una etapa de la vida en la que nuestro sistema inmune es aún inmaduro y somos más susceptibles a las infecciones virales.

De esta forma, cuando se da el caso de un niño con una predisposición genética a la intolerancia al gluten, la combinación de una infección reovirus intestinal con la primera exposición al gluten podría crear las condiciones adecuadas para el desarrollo de la enfermedad.

Según los autores el estudio, esto demuestra que un virus que no provoca ningún síntoma apreciable puede terminar resultando prejudicial, afectando al sistema inmunológico y dejando abierta la posibilidad a que se genere un trastorno autoinmune.

Además, este descubrimiento también abre la puerta al
desarrollo de vacunas que puedan prevenir la celiaquía, atacando directamente a los virus responsables de generar el escenario adecuado para la aparición de futuras enfermedades.
 

El dueño de Amazon (Jeff Bezos) pilota un robot parecido entre Mazinger Z

Jeff Bezos, director ejecutivo de Amazon, ha sorprendido a todo el mundo al aparecer pilotando un robot de más cuatro metros de altura llamado Method-2 durante a la conferencia MARS, organizada por su compañía.

El propio Bezos se ha encargado de publicar en Twitter una imagen de la curiosa escena y ha explicado: "Acabo de pilotar un impresionante (y enorme) robot gracias a Hankook Mirae Technology".
El dueño de Amazon ha aprovechado la exclusiva cita, centrada en el aprendizaje de máquinas, domótica, robótica y exploración espacial, para ponerse a los mandos del aparato y demostrar a los asistentes sus funcionalidades.
Aunque a día de hoy solo puede mover los brazos y caminar, la compañía responsable del robot asegura que podría utilizarse para trabajos de alto riesgo para los humanos, como limpiar una central nuclear.


El vídeo de Jeff Bezos, dueño de Amazon, subido como Koji Kabuto en un robot gigante del tamaño de Mazinger Z dio la vuelta al mundo. El robot no es una tecnología civil, sino una posible arma militar creada por una empresa coreana. Su creador (Vitaly Bulgarov) es un diseñador 3D de cine y videojuegos que trabaja para productoras como Dreamworks ('Gosht in the Sell') o LucasFilms ('Star Wars') y en proyectos como 'Terminator' o 'Robocop'. Y se pondrá a la venta a finales de 2017 por un precio de 8,3 millones de dólares.

Por primera vez, se detecta atmósfera en una planeta como la Tierra

 
Si bien aún no hemos hallado vida en otros mundos, el primer paso sólido para hacerlo (además de que busquemos en planetas semejantes a la Tierra) es la detección de una atmósfera. Por primera vez, este paso ya se ha dado.

La atmósfera concretamente
ha sido detectado en GJ 1132b por parte de investigadores del Instituto Max Planck de Astronomía. Este planeta se encuentra a 39 años luz de nosotros, en la constelación de Vela Sur.



Un mundo con atmósfera

Empleando el
telescopio ESO/MPG de 2,2 metros en Chile para tomar imágenes de la estrella madre GJ 1132, los investigadores detectaron la atmósfera del planeta, aunque aún no conocemos la composición de la misma: por ejemplo, si en ella hay oxígeno.

Hasta ahora, las pocas observaciones de la luz de las atmósferas de exoplanetas estaban relacionadas siempre con los gigantes de gas: como Júpiter de nuestro propio sistema solar. Por ello, este es un descubrimiento sin precedentes, porque la atmósfera pertenece a un planeta como la Tierra.

Con todo, con 1,6 veces la masa de la Tierra (según lo determinado por las mediciones anteriores), las observaciones hasta la fecha no proporcionan datos suficientes para decidir cómo de similar a la Tierra es GJ 1132b.

Empastes dentales de la Edad del Hielo (13.000 años)

El uso de un objeto afilado para eliminar el tejido de la cavidad enferma y empastes con alquitrán parece que ya existían en la Edad de Hielo, hace 13.000 años, según unos hallazgos de un grupo investigadores, cuyas conclusiones han sido publicadas en el American Journal of Physical Anthropology.



Dos incisivos

Estos dientes, dos incisivos superiores, se encontraron en una parte montañosa de la Toscana, Italia, hace aproximadamente 20 años, aunque están fechados en un tiempo entre 13.000 y 12.740 años, colocándolos en el Paleolítico Superior.

En ellos había agujeros "perforados" en ellos, probablemente usando una piedra afilada, hasta el fondo de la cámara pulpar, procedimiento que habría sido muy doloroso.

También evidenciaron rasguños y otras marcas en las paredes internas de los dientes, indicando claramente que algo más que la masticación había ocurrido: los orificios habían sido llenados una vez con bitumen (una sustancia del alquitrán que los humanos antiguos usaban normalmente para unir herramientas) pedacitos de la paja y lo que podría ser pelo.