miércoles, 17 de junio de 2015

Tu sentido del humor depende de si eres inteligente (con diez años de edad)


He de confesar que últimamente estoy más interesado en política… hacía muchísimos años (tal vez sea la primera vez) que no me reía tanto en asuntos de estado y concretamente con mi querida villa de Madrid. Cuatro días en el poder y como dirían nuestros turistas, ya tenemos “show”… yo creo que en vez de “Podemos” ahora deberían pasar a llamarse “Tenemos”… y estos ya no sueltan.
Bueno, pues como decía, de esto va el tema, del sentido del humor, del “To be, or not to be humour”.



Tu sentido del humor depende de si eres inteligente ya con diez años de edad


En estos días en los que se está discutiendo tan apasionadamente a propósito de si el humor negro o la sátira, si ofende a una persona o un grupo de personas, ya no tiene gracia, vale la pena echar un vistazo hasta qué punto entender un chiste o saber reírse de un hecho puede estar correlacionado con la inteligencia.
 
Y es que el humor es una forma de abordar un mundo complejo e incierto, y también de quitarle importancia a los hechos luctuosos, a los que dicen ser importantes y, por supuesto, a nosotros mismos, rebajando un poco nuestra tendencia al egocentrismo.
 
De hecho, el sentido del humor parece depender del tu cociente intelectual ya a la edad de diez años, tal y como ha observado la psicóloga Ann Masten, que en un experimento mostró a un grupo de niños de diez años una variedad de tiras cómicas de Ziggy seleccionadas por su variable complejidad y sentido del humor dirigido a ese grupo de edad.
Cada niño debía valorar las tiras cómodas y explicar por qué eran divertidas, y mientras lo hacían se registraban en vídeo sus expresiones faciales para evaluar si reían o sonreían.
 
 
 

A continuación, se mostraba a los niños una serie de tiras cómodas sin diálogos y los niños debían poner un título humorístico. Tal y como explica Scott Weems en su libro Ja:
La capacidad de los niños para explicar correctamente las tiras cómicas se utilizó para determinar su “comprensión del humor”, al tiempo que su habilidad para aportar diálogos graciosos medía “su producción del humor”. Masten descubrió que tanto la comprensión como la producción del humor mantean una estrecha correlación con la inteligencia de los niños, que también había medido aparte. En el caso de la comprensión, la correlación fue de 0,55, y en el caso de la producción fue del 0,50: cifras muy altas, considerando que la correlación máxima es 1.
No solo la inteligencia y la intuición parece influir en el sentido del humor. Hay otras habilidades cognitivas que están correlacionadas con el humor, como la “rotación mental”: la capacidad de hacer rotar objetos en nuestra cabeza, una tarea común para evaluar la visión espacial.
Resulta que la gente a la que le cuentan chisten graciosos es más rápida a la hora de girar y retorcer formas abstractas en su mente, aun cuando en los chistes aparezca una imaginería visual mínima. Leer chistes graciosos también mejora nuestra puntuación en los tests de creatividad, lo que refleja un aumento de la fluidez mental, la flexibilidad y la originalidad. Un estudio incluso mostró que ver vídeos de las actuaciones cómicas de Robin Williams nos ayudaba a encontrar soluciones insólitas a problemas relacionados con las palabras.

viernes, 12 de junio de 2015

Los 'gamers' tienen más desarrollado el cerebro

La Universidad de Ciencia Electrónica y Tecnología de China y la Universidad Macquarie en Australia, han analizado el cerebro de 27 avezados 'gamers', que han ganado campeonatos a nivel regional y nacional. El resultado: tenían más materia gris que personas no jugadoras y mejor conectividad entre ciertas subregiones cerebrales. 
 
 
Es el momento de tapar la boca con evidencias científicas a todos aquellos que dijeron –y lo siguen diciendo– que los videojuegos son una pérdida de tiempo. El estudio que han llevado a cabo científicos chinos y australianos muestra que la materia gris del cerebro de los 27 'gamers' analizados es mayor a la que presentan personas no jugadoras. Además, ciertas subregiones cerebrales presentaron mejores conexiones en los 'gamers'.
Ya antes se sabía que jugar a videojuegos era beneficioso para una sarta de funciones cerebrales, entre las que están el control cognitivo, la regulación emocional o la coordinación motora entre el ojo y la mano. Este nuevo estudio va más allá, pues la materia gris es la responsable del control muscular, habilidades de percepción sensorial como ver y oír, la memoria, las emociones, el lenguaje y la toma de decisiones. De hecho, se vio en los 'gamers' analizados que las subregiones cerebrales que se conectaban mejor estaban asociadas a estas funciones.
El equipo de investigadores, de la Universidad de Ciencia Electrónica y Tecnología de China y la Universidad Macquarie en Australia, examinó el cerebro de los 27 'gamers' –jugadores que habían ganado campeonatos a nivel regional y nacional del 'League of Leyends' o el 'Dota 2'– mediante resonancia magnética funcional. Esta técnica de investigación clínica permite descubrir dónde se encuentran algunas funciones cerebrales.
La imagen obtenida del cerebro de los sujetos se comparó con la que presentaban otras personas no jugadoras. La conclusión fue que jugar a videojuegos habitualmente hace que la materia gris crezca en volumen y que la conexión entre algunas funciones cerebrales mejore.
Además de contribuir al conocimiento científico y a la gran empresa que es el descubrimiento del cerebro humano, este estudio sirve de justificación a millones de personas en todo el mundo. Cuando alguien les recrimine el tiempo y el esfuerzo que dedican a jugar podrán responder con frases como “solo lo hago para aumentar la materia gris de mi cerebro” o “estoy entrenando mi mente”.
También puedes dejar de sentirte culpable cuando te das cuenta de que has pasado las horas doblado delante de la pantalla de la videoconsola, ordenador, tableta o móvil.
Aunque este estudio no quiere decir que la única forma de desarrollar el cerebro sea convertirse en un fanático de los videojuegos o dedicar ratos intensivos a desarrollar personajes, matar enemigos y ganar batallas en el 'League of Legends': otro tipo de tareas que suelen ser repetitivas, como hacer deporte, pintar o conducir, podrían producir efectos similares en nuestras neuronas.
También existe una frontera a partir de la cual los videojuegos dejan de ser buenos para el cerebro para convertirse en altamente perjudiciales. Esto tal vez no esté comprobado mediante imagen por resonancia magnética funcional, pero hay pruebas en YouTube ¿Os acordáis del niño loco alemán?

martes, 9 de junio de 2015

Las camellas de Arabia no ofenden a nadie


Publicado por Arturo Pérez-Reverte el 24 de mayo de 2015 en "XL Semanal", son de esos artículos que me parece que no pierden valor con el tiempo. Y si no, recuérdenlo.... ahí os lo dejo.


Hace unos días hubo una noticia que pasó tristemente inadvertida, o casi, para la prensa española. Y eso es malo, pues se trataba de una noticia importante; de las que tienen que ver con nuestro presente y, sobre todo, con nuestro futuro. La cosa era que un cartel con la imagen de una modelo publicitaria ligera de ropa, denunciado por miembros de la comunidad musulmana de Brick Lane, en Londres, seguirá en su sitio después de que el organismo regulador de la publicidad británica desestimara las protestas de un sector del vecindario, que consideraba el anuncio ofensivo para quienes frecuentan las mezquitas de esa zona, donde vive una amplia comunidad que profesa la religión islámica. Aunque la imagen de la modelo es «sensual y sexualmente sugestiva», admite la resolución, tampoco va más allá de eso, ni tiene por qué ofender a nadie, pues «encarna la clásica belleza y femineidad» que ha venido siendo representada por el arte occidental hace siglos. Así que, quien no quiera, que no mire. Y punto.
 
 

Me pregunto, con una sonrisa esquinada y veterana, fruto de los años y la mucha mili, qué habría ocurrido en España, en caso parecido. O qué es lo que va a ocurrir en cuanto se dé la ocasión. Me lo pregunto y me lo respondo, claro; y más en un país donde incluso hay oportunistas y tontos del ciruelo -sin que una cosa excluya la otra- capaces de ponerse a considerar muy serios, con debates y tal, las protestas de ciertos colectivos musulmanes porque las procesiones de Semana Santa, puestos a citar un ejemplo fácil, recorran las calles españolas ofendiendo la sensibilidad religiosa islámica. Etcétera. Aquí, no les quepa duda, siempre habrá un organismo regulador de la publicidad, o una televisión, o una asociación de derechos y deberes, o un juez sensible a la delicadeza de sentimientos mahometana, que llegado el caso decida que, en efecto, la libertad en lo que llamamos Europa -aunque a algunos nos dé la risa llamarla así todavía- acaba allí donde empiezan los derechos, el fanatismo o la gilipollez de cuatro gatos a los que, de este modo, nuestra propia cobardía e imbecilidad acaban multiplicando de cuatro en cuatro, hasta irnos todos al carajo.

Y claro. Resulta inevitable preguntarse, también con respuesta incluida, dónde se meten en esta clase de debates las ultrafeminatas radicales que tanto las pían con otras chorradas de género y génera: las de las asociaciones de padres y madres de alumnos y alumnas, por ejemplo y por ejempla. Qué opinan ellas, o sea, de escotes en anuncios o no escotes, y hasta qué punto coinciden con la censura islámica, o no. Con lo de usar hiyabs, niqabs, antifaces y trapitos así. Sería útil saberlo más pronto que deprisa, como dicen las chonis. Y los humos del tren, que los suelten en Despeñaperros. Porque tiene su guasa esto del anuncio que ofende porque muestra las tetas o las nalgas de una señora, mientras que, por lo visto, no ofende a nadie que otra señora pueda meterse en España en un autobús, en una comisaría de policía o en un hospital enmascarada de pies a cabeza, como un guerrero ninja, mientras el marido va a su lado con bermudas, chanclas y gorra de béisbol. El hijoputa.
 
Y es que en Europa olvidamos, a menudo, que más importante que respetar tradiciones absurdas o infames es defender a quienes acudieron a nosotros huyendo, precisamente, de la miseria y el horror que esas tradiciones imponen en sus lugares de origen. Y que eso se logra con educación escolar y con firmeza institucional frente a quienes pretenden esclavizarlos, incluso aquí, usando el manoseado y dañino nombre de Dios. Quien se ofende por un anuncio en un cartel publicitario se ofenderá también cuando por su calle, por su barrio, se cruce con un escote, una falda corta, un cabello sin velo o un rostro sin tapar. Y actuará en peligrosa consecuencia. Quien pretende aplicar maneras medievales de entender la vida, mientras se beneficia de un sistema de derechos y libertades que a otros costó siglos de dura lucha conseguir, no tiene derecho a imponer su voz ni a reclamar respeto. La Europa moderna tragó dolor y sangre para librarse de púlpitos, velos, gentes de un solo y sagrado libro, pasos de la oca y fanatismos de todas clases. Somos demasiado mayores, ya, para que vengan otra vez a taparnos el escote o las ideas. Así que la solución es muy simple, Manolo, Mohamed o como te llames. Si no estás dispuesto a asumir nuestras reglas, chaval, si esto te ofende, coges un avión y te vas al desierto de Arabia, o del Sáhara, donde las tetas de las camellas no ofenden a nadie. Y allí te pones ciego de dátiles.

Ikea idea una mesa de cocina que proyecta los pasos a seguir para hacer una receta

Y seguimos con asuntos de mesa y panza, y nunca mejor dicho para lo que os traigo ahora.

Ser un auténtico Top Chef no está al alcance de todos, incluso los hay a los que se les atraviesa hacer un huevo frito. Para los más mendrugos en la cocina, Ikea se ha puesto las pilas en cuestiones tecnológicas y trabaja en la mesa que, además de ser bonita, te ayudará a llevar a cabo recetas deliciosas.

En los últimos meses hemos visto que la compañía sueca, a pesar de seguir en su línea de minimalismo decorativo, está haciendo sus pinitos en integrar la tecnología más puntera en sus productos. Por ejemplo, ya comercializa unas mesitas conectadas a la red y que llevan una especie de base para que llenes la batería de tu móvil sin necesidad de cargadores. Solo enchufas la mesa –que sí lleva un cable- a la red, colocas tu móvil sobre la superficie de carga y listo.
 
En esa línea y en su afán por integrar la tecnología con nuestro día a día, Ikea ha presentado un concepto llamado 'A table for living' (afortunadamente, el nombre de esta mesa lo podemos pronunciar sin parecer que nos hemos atragantado con una magdalena), una mesa de cocina que revolucionará tu forma de ver las artes culinarias.

En realidad se trata de un tablero de madera que reconoce los alimentos, es capaz de pesarlos y, una vez los detecta, te sugiere los mejores platos con esa combinación de productos para deleitar a los que atrevidos que se sienten a tu mesa.
Es decir, imagina que pones unas patatas y unos tomates. Lo colocas todo sobre el tablero y la mesa que es tan lista te puede recomendar hacer unas bravas, dignas del mejor chiringuito de playa. Y todo eso, proyectado sobre la propia mesa. Lo mejor de todo es que si quieres cocinarlos también puedes hacerlo sobre el mismo tablero porque viene con placas de inducción incorporadas.

Las imágenes se proyectan a través de un proyector y una cámara que vienen incluidos con el tablero y que deberás colocar por encima de él. Esos elementos serán los que te vayan mostrando poco a poco qué pasos seguir con tu receta.

El tablero, al menos el que hemos visto hasta ahora, viene en color madera clarito –estética muy 'ikeana'- y las imágenes se proyectan en blanco.

El proyecto surge de la colaboración de Ikea con IDEO y estudiantes de diseño industrial en las universidades de Lund, en Suecia y Eindhoven, en Holanda.
La idea nos resulta de lo más molona. La única pega es que, por el  momento, es solo un concepto ya que esta mesa forma parte del Ikea Concept Kitchen, es decir, la idea que la firma sueca tiene de cómo serán las cocinas allá por 2025. Pero no desesperes, que diez años pasan volando.

Bocusini, la primera impresora 3D de comida


Si te gusta cocinar pero a los tuyos no les gusta que cocines, aquí va una alternativa: imprime la comida.


Miras tu estupendo libro de recetas, ves la ideal foto del plato y te pones manos a la obra. Luego echas una mirada al plato que realmente has elaborado tú y se te cae el alma a los pies. Internet está repleto de esas monstruosidades gastronómicas que todos hemos perpetrado alguna vez, en el intento de elaborar un plato bueno, bonito y sabrosón.
Porque, no nos engañemos, no somos Alberto Chicote y necesitamos algo más que un empujoncito para que nuestros emplatados despierten algo más que náuseas y unas risas contenidas entre los pobres comensales a los que vas a 'deleitar' con tus malas artes culinarias.
Para echarte una mano entre fogones hemos encontrado un cacharro que puede sacarte de más de un apuro. Se trata de un impresora de comida 3D. Tú solo debes enchufarla, introducir los alimentos en ella y dejar que sea este maravilloso cacharro el que convierta tus platos en auténticas obras de arte. Y sin despeinarte.

La impresora en cuestión se llama Bocusini y pretende convertirse en la primera impresora 'plug&play' de comida del mercado. Es decir, que su uso sea apto para incluso los más novatos en la cocina. Otro de los puntos fuertes de Bocusini es su tamaño: no es excesivamente grande por lo que podrás colocarla en tu cocina como un electrodoméstico más.

 
 
El funcionamiento es apto hasta para amebas gastronómicas: introduce uno de los cartuchos de comida disponibles, conecta la impresora mediante WiFi y crea el diseño que te apetezca desde cualquier dispositivo móvil. En unos minutos tendrás el plato listo para sorprender a tus comensales. Podrás crear cualquier diseño para tus recetas. Por ejemplo, resulta ideal para elaborar figuritas dulces.
Cada cartucho viene en formato de jeringas, que pueden llegar a contener hasta 100 gramos del producto que elijas.
Los responsables esta impresora 'foodie' buscan financiación en Kickstarter y esperan ofrecer 30 tipos de alimentos distintos. Por el momento, tienen cartuchos para elaborar figuritas de repostería, frutas y verduras, quesos, yogur o 'snacks'.
 
Si estás pensando en hacerte con una de estas impresoras, sus creadores las comercializan en dos formatos: una versión 'junior' por unos 550 euros y otra más profesional que asciende a los 670. Los primeros envíos están previstos para finales de este mismo año, por lo que tus figuritas de mazapán podrían salir de tu nueva Bocusini siendo dignas del mismísimo Torreblanca.
 

miércoles, 3 de junio de 2015

El primer robot cuadrúpedo que corre y salta obstáculos sin perder el equilibrio

Es una suerte de caballo robótico. Se llama Legged Squad Support System (LS3). Un robot todoterreno desarrollado con fondos de la DARPA y el Cuerpo de Marines de EE.UU. Está diseñado para transportar 400 libras de carga útil y de viajar 20 millas sin repostar. Y cada vez nos está mostrando nueva habilidades.
La última es única: correr y saltar obstáculos sin perder el equilibrio. Para ello, integra un sensor láser que le informa de la distancia y tamaño de los obstáculos en tamaño real. Unos algoritmos, entonces, deciden hasta donde plegar las patas delanteras del robot y, al mismo tiempo, el impulso que hay que dar con las traseras para saltar el obstáculo. De esta manera es capaz de salvar obstáculos de hasta 40cm de altura.




Un VIDEO

Esta impresora 3D puede imprimir tu ropa

La  verdad es que estoy pensando en pedir una, que en calzones uno puede llegar a gastarse una pasta y debe ser algo fácil de hacer ;-)
Se llama Electroloom y es una impresora 3D capaz de imprimir prendas de ropa, desde camisetas a pantalones, pasando por gorras o cualquier otro complemento. El procedimiento consiste en usar una solución especial que se esparce sobre el molde con la ayuda de un campo eléctrico (electrospinning). Al entrar en contacto con el molde, las microfibras extraídas del líquido se unen, formando una tela continua y resistente, sin costuras ni brechas en la superficie.

 
El proyecto se está financiando a través de Kickstarter, con una meta de 50.000 dólares. Si todo sigue su marcha, la entrega de las impresoras se realizará en marzo de 2016.

Un VIDEO

Hasta los animales usan el humor para relajar la tensión

Un poco de ja-ja-ja siempre viene bien para relajar el grrr. Eso lo saben los seres humanos. Pero, a juzgar por algunas evidencias, también parecen conocer la fórmula diversas especies animales.
Por ejemplo, los chimpancés pueden mostrar los dientes de risa durante sus actuaciones amistosas, particularmente cuando conocen a alguien y forman nuevos vínculos sociales. Los perros, los pingüinos y las ratas emiten risitas cordiales cuando juegan.

Clown 362155 640

Tal y como señala Scott Weems en su libro sobre la risa Ja:
Consideremos, por ejemplo, un estudio llevado a cabo por miembros del Servicio de Protección Animal Regional del condado de Spokane. Registraron los gruñidos emitidos por perros del refugio mientras jugaban, ruidos que, extrañamente, parecían carcajadas. Cuando esos mismos ruidos fueron emitidos por los altavoces en el refugio, los perros no solo se vieron más relajados, sino que jugaron más. Meneaban la cola y se comportaban, por lo general, como si, en lugar de estar confinados en una perrera, se entretuvieran en un club de comedia.

Haciendo cosquillas a ratas


Color Rat 399706 640

A través de los estudios de Jeffrey Burgdorf, de la Universidad Northwestern, hemos aprendido lo que pasa cuando intentamos hacer cosquillas a las ratas. Pues sencillamente que emiten sonidos aguaos de unos 50 kHz, completamente fuera del campo audible de los humanos, pero no de las ratas.
Burgdorf demostró que las ratas responden a las cosquillas en su barriga de la misma manera que lo harían los humanos, incluso corriendo cuando prevén que les van a hacer cosquillas y a veces incluso riéndose antes de ningún contacto físico.
Acariciar una rata no provoca la misma reacción, y tampoco tenerlas en brazos. Burgdof también demostró que las ratas de más edad responden menos a las cosquillas que las jóvenes, igual que pasa con los humanos, y que las ratas jóvenes que se sienten solas como resultado de encontrarse aisladas de sus iguales son las que ríen e manera más prolífica.

Provocando

Algunos animales también pueden usar el sentido del humor como ánimo provocador. Por ejemplo, el caso del chimpancé llamado Washoe, uno de los primeros animales que aprendieron la lengua de signos estadounidense.
Washoe fue criado por Roger Fouts, investigador de primates y padre adoptivo y, según una historia a menudo repetida, un día Washoe estaba sentado sobre los hombres de Fouts cuando de repente, y sin previo aviso, comenzó a mear. Naturalmente Fouts se molestó por el incidente, igual que cualquier otro en esas circunstancias, pero enseguida levantó la mirada y comprendió que Washoe internaba decirle algo. Estaba haciendo el signo de “divertido”. Al parecer, la víctima de la broma era Fouts.