Según un reciente
estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de
Southampton (Reino Unido) y que ha sido publicado en la revista Allergy,
el mes en el que hayamos nacido determina la propensión a sufrir unas u
otras alergias en nuestra vida.
Según sus
conclusiones, las personas nacidas en otoño e invierno son los más perjudicados
por las alergias: las personas nacidas en otoño tenían un mayor riesgo de
eccema, en comparación con los nacidos en primavera.
Para llegar a estas
conclusiones, los investigadores realizaron una exploración epigenética (en la
que cambia la actividad del gen pero no la secuencia de ADN) en muestras de ADN
de personas nacidas en la Isla de Wight de la costa sur del Reino Unido. Tras
medir el ADN de todo el epigenoma completo de 367 participantes, los
investigadores descubrieron que la metilación del ADN se asociaba a la
temporada de nacimiento y seguía presente después de 18 años. Según John
Holloway, líder del estudio:
Estos resultados son muy interesantes. Sabemos que la temporada de
nacimiento tiene un efecto sobre las personas durante toda su vida. Por ejemplo,
las personas nacidas en otoño e invierno tienen un mayor riesgo de enfermedades
alérgicas como el asma. Sin embargo, hasta ahora, no sabíamos cómo estos
efectos podían ser de tan larga duración.
Según Gabrielle
Lockett de la Universidad de Southampton, otra de las autoras del estudio:
Puesto que la época del nacimiento influye en tantas cosas, los marcadores
epigenéticos descubiertos en este estudio también podrían ser, potencialmente,
el mecanismo de otras enfermedades y características con influencia de la
época, no sólo de las alergias.
¿Más alergias?
Se tiene noticia de la
existencia de las enfermedades alérgicas desde tiempos antiguos, pero sus
mecanismos no empezaron a estudiarse en profundidad hasta mediados del siglo
XIX.
La prevalencia de las
enfermedades alérgicas está experimentando un aumento continuo en todo el
mundo, con un porcentaje de población afectada calculado en un 30-40%. Una de las causas, entre otras, podría aumento
de la contaminación atmosférica y la temperatura ambiente, que propicia que se
eleven los recuentos de polen, la presencia de insectos y de hongos asociados a
las enfermedades alérgicas.
Una alta proporción de este aumento se está
produciendo en sujetos jóvenes, por lo que, cuando esta población joven llegue
a la edad adulta, se espera que aumente aún más la carga de las enfermedades
alérgicas.